Hotel abadia camino santiago
Desglosando Hotel abadia camino santiago
Por un pequeño bosque de coníferas bajamos hasta una pista agrícola que conduce a Izco, entrando así en el val de Ibargoiti. A las puertas de Izco nos recibe un crucero moderno y un panel informativo del val y sus poblaciones. La señalización lleva hasta la plaza.
Accedemos así a la calle Mayor de Villava, cuna de Miguel Indurain Hotel abadia camino santiago. Los que deseen pernoctar en el albergue de Villava deberán desviarse a la izquierda hacia mitad de la calle. Está con perfección señalizado. Al salir cruzamos la carretera y continuamos de frente, pasando varias glorietas, hasta enlazar con Burlada.
De Ferrol a S. de Compostela transcurren ciento veinte Km llenos de historia y patrimonio, donde el verde prevalece en todos y cada etapa y la calma nos acompaña en un Camino de la ciudad de Santiago alejado de la manifestación existente de otras rutas.
Avanzando online recta por las calles Enrique de Labrit y Alfonso el Batallador giramos a mano izquierda para tomar la calle Mayor. Tras pasar la portada de Santa María la Real tenemos el último encuentro con el Aragón, río que cruzamos por un puente de finales del XIX que acabó con la estructura del puente románico del siglo XI.
El Camino Vasco del interior es una senda enriquecedora por su patrimonio y lugares dignos de conocer. Para cruzar la gigantesca pared que se halla en el camino entre Guipúzcoa y Álava, se aprovecha el túnel de San adrián, un pasadizo natural.
Se les llama peregrinos al viajero que, por devoción o por voto, visita un santuario o algún sitio considerado sagrado. El nombre de peregrinos, surge en Compostera por el hecho de que el trayecto se realiza per agrum, o sea, por el campo Hotel abadia camino santiago.
Pasados veinte minutos se sale nuevamente a la nacional a la altura de la Botiguera para cruzar el río Gas y llegar al lado de la caseta del Municionero. Un poste de madera del GR 65.3.2 indica el desvío hacia Atarés y San Juan de la Peña.
Se sube Mezkiritz y se desciende hasta Bizkarreta y Lintzoain para afrontar el puerto de Erro. Por un último, mágico y vertiginoso descenso entre boj, portillos que se abren y cierran y escalones se llega hasta las puertas de Zubiri y el val de Esteribar.
Hay que volver sobre los pasos de el día de ayer y cruzar de nuevo el puente de la Saña. Tras un quilómetro llegamos al filo de una carretera, justo enfrente de la factoría de Magna, una empresa fundada en 1945 aprovechando el yacimiento geológico de magnesita.
Desde el albergue Itzandegia salimos a la N-ciento treinta y cinco para tomar una ruta que nace al lado del arcén derecho y que discurre por el bosque de Sorginaritzaga o robledal de Brujas. Pasados cien metros puede verse del otro lado de la carretera la cruz de los Peregrinos.
La cruz de la ciudad de Santiago es una cruz latina simulando una espada, con forma de flor de lis en la empuñadura y en los brazos. La tarta de Santiago es el postre más típico de la pastelería gallega. Está elaborado con harina, azúcar, huevos, almendras molidas, ralladura de limón y azúcar glasé.
El río Miño espera a las puertas del territorio gallego a los peregrinos que vienen desde Portugal. Durante siglos la primordial opción era desviarse hacia el interior dirección a Tui, mas siguiendo el recorrido por la costa al llegar a tierras gallegas se puede hacer de una manera diferente.
Un incómodo tramo de sube y baja llega hasta la carretera que conduce hasta los pies de Artieda. El que decida acabar aquí la etapa debe subir hasta el centro del pueblo, donde se halla el albergue. Para seguir cara Ruesta no es necesario subir a Artieda.
En lo alto del pueblo se halla la iglesia de la Transfiguración, que aún conserva elementos medievales como la torre, la portada y la pila bautismal. Pasamos al lado del hotel rural y después de un portillo y un tramo de grava llegamos hasta una carretera local, que cruzamos.