Alojamiento o cebreiro camino de santiago
Desglosando Alojamiento o cebreiro camino de santiago
Kilómetro y medio después cruzamos el puente de la Magdalena sobre el río Arga. A la salida, a mano izquierda, se encuentra el desvío hacia el albergue Casa Paderborn. El Camino sigue a la derecha hacia un paso regulado por semáforos. Seguimos por el foso de las murallas, en concreto al lado del Baluarte de Nuestra Señora de Guadalupe.
A la entrada Alojamiento o cebreiro camino de santiago de esta población se halla el Horno de Irotz. Dejamos de lado la iglesia de San Pedro proseguimos por pista hasta el puente de Iturgaiz, de origen románico y rehabilitado el pasado siglo. Justo al salir surge a mano izquierda un sendero estrecho que va entre el rio a nuestra izquierda y la nacional a nuestra derecha.
Junto a ella podemos girar a mano derecha por la calle del Coso y más adelante a la izquierda por la Bajada de Baños. Llegamos así a la rotonda donde se encuentra la estación de servicio para tomar la N-doscientos cuarenta hacia Pamplona Alojamiento o cebreiro camino de santiago.
El Camino de la ciudad de Santiago lleva a un mirador sobre la Canal de Berdún y desciende hasta Santa Cilia. Alguna cabañera más y el arcén de la nacional conducen a Puente la Reina de Jaca, localidad que se deja a mano derecha para acometer una esforzada subida por las faldas del monte Samitier y lograr Arrés.
Hace siglos que la vieira que se halla típicamente en la costa del mar de Galicia, es el símbolo del Camino de la ciudad de Santiago, y de sus peregrinos. En el pasado los peregrinos, al regreso a sus países de origen, lo llevaban puesto encima de su habito o en el sombrero.
Giramos a la izquierda para seguir brevemente al lado del río. Por un reconfortante y último tramo bajo un robledal tupido de arbustos de boj nos presentamos en Monreal. Cruzamos el puente medieval sobre el Elorz y avanzamos de frente por la calle Santa Bárbara.
Un incómodo tramo de sube y baja llega hasta la carretera que conduce hasta los pies de Artieda. El que decida finalizar aquí la etapa debe subir hasta el centro del pueblo, donde se encuentra el albergue. Para proseguir cara Ruesta no es preciso subir a Artieda.
Otros motivos por lo que realizar el Camino de Santiago pueden ser por motivos deportivos, para ponerse en forma, para conocer gente nueva, como un desafío personal, para recuperar la voluntad o simplemente para desconectar de la rutina.
La Vía de Plata es un trazado bien señalado, donde las flechas amarillas resaltan por su exuberancia, lo que agradeceremos para no perdernos en los extensos dominios andaluces y extremeños. En esta comunidad existen además de esto unos pequeños bloques de grano con azulejos de diferentes colores Alojamiento o cebreiro camino de santiago.
Sin cruzarlo, dejamos esta localidad de servicios a mano derecha y proseguimos rectos por una carretera local hacia Arrés, dejando a la izquierda la carretera A-132 que se dirige a Huesca. Más adelante, un poste de madera balizado con la indicación Alojamiento o cebreiro camino de santiago.
De Ferrol a S. de Compostela transcurren ciento veinte Km llenos de historia y patrimonio, donde el verde prevalece en todos y cada etapa y la calma nos acompaña en un Camino de la ciudad de Santiago alejado de la manifestación existente de otras rutas.
Hay una curiosidad que la mayor parte de las personas se le escapa y que hay una bifurcación llegados a la localidad de San Vicente de la Barquera, con una historia de 500 años, llamada, el Camino Lebaniego, así que, no te puedes quedar sin verlo.
Apenas recorridos 800 metros se rodea la planta excavada del hospital de Santa Cristina, reconocido centro de salud de peregrinos fundado en la Baja Edad Media. Tras dejar la estación invernal de Candanchí a mano derecha se cruza la N-trescientos treinta.
Bordeamos el terreno y cruzamos la carretera para internarnos por un robledal que nos obsequia, por fin, un poco de sombra. En ciertos puntos, entre el verde matorral se puede distinguir el increíble color del embalse de Yesa . Sin referencias, el final semeja no llegar nunca.