Albergue oasis
Desglosando Albergue oasis
Giramos a la izquierda para ganar una pequeña loma y tomamos un desvío a mano derecha que nos planta de nuevo en otra pista de concentración. Traspasado el límite entre las provincias de Huesca y la entrante Zaragoza, accedemos al acantilado de Sobresechos.
La Vía de Plata es un trazado bien señalizado, donde las flechas amarillas resaltan por su exuberancia, lo que agradeceremos para no perdernos en los extensos dominios andaluces y extremeños. En esta comunidad existen además unos pequeños bloques de granito con azulejos de diferentes colores Albergue oasis.
Recuperada la dirección natural hacia poniente, se abandona Jaca bajo la atenta mirada de la peña Oroel y se sigue por una cabañera aprisionada entre la N-240 y el río Aragón. Tras el barranco de Atarés, solucionado por una pasarela.
Éste conduce a las calles del Carmen, donde en la acera derecha tenemos el albergue privado Casa Ibarrola, y la Navarrería. Al final de esta última, la señalización nos anima a virar a la izquierda por la calle de Curia, donde se halla la Caminoteca, tienda experta en material y productos para el peregrino.
El Camino Francés es el mejor señalizado, salvando la picaresca de algún hostelero que intenta llevar al peregrino a la puerta de su establecimiento, provocando de esta forma pequeños desvíos de la ruta oficial, es el que cuenta con mayor red de albergues públicos.
Se sube Mezkiritz y se desciende hasta Bizkarreta y Lintzoain para afrontar el puerto de Erro. Por un último, mágico y vertiginoso descenso entre boj, portillos que se abren y cierran y escalones se llega hasta las puertas de Zubiri y el val de Esteribar.
Bordeamos el terreno y cruzamos la carretera para internarnos por un robledal que nos regala, por fin, un poco de sombra. En ciertos puntos, entre el verde matorral se puede distinguir el increíble color del embalse de Yesa . Sin referencias, el final semeja no llegar nunca.
Desde el descubrimiento de el sepulcro del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el camino de Santiago se transformó en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval. El paso de los incontables peregrinos que son movidos por su fe.
Una vez superado se sale a la carretera que sube hasta Atarés y, atención, la tomamos cara la derecha. Nos conduce a un camino que iniciamos llaneando para derivar en un tramo con un perfil más acusado que alcanza el mirador de la Canal de Berdún.
Amplias avenidas conducen desde los cobijes al Hostal de San Marcos, a orillas del río Bernesga. Otros cinco quilómetros urbanos, incluyendo un polígono, aproximan hasta la Virgen del Camino, a cuya salida se decide si seguir por la variación de Villar de Mazarife o por el Camino Francés más histórico.
A la entrada Albergue oasis de esta población se encuentra el Horno de Irotz. Dejamos de lado la iglesia de San Pedro proseguimos por pista hasta el puente de Iturgaiz, de origen románico y rehabilitado el siglo pasado. Justo al salir brota a mano izquierda un camino estrecho que va entre el rio a nuestra izquierda y la nacional a nuestra derecha.
Enseguida, antes del punto larguísimo doscientos ochenta y ocho de la N-240, se cruza la carretera y se deja por la derecha. Más adelante se vuelve a cruzar para coger un camino que llega hasta el barranco de Atarés, que salvamos por una pasarela acondicionada en el Año Beato.
El Camino Portugués se trata de un camino diferente, no encontramos mesetas, alturas difíciles ni marcados desniveles, pero sí vamos a poder disfrutar de bosques y cruceros milenarios que ocultan bajo sus mantones los cantares de los antiguos trovadores.
El Camino de la ciudad de Santiago ha sido, y prosigue siendo, la ruta más vieja, más concurrida y más celebrada del viejo continente. Santiago también ha compartido la atracción de los caminantes y andadores de todos los tiempos pero, además, ha creado una ruta.