Albergue santander camino de santiago
Desglosando Albergue santander camino de santiago
El Camino Vasco del interior es una ruta enriquecedora por su patrimonio y lugares dignos de conocer. Para cruzar la gigantesca pared que se encuentra en el camino entre Guipúzcoa y Álava, se aprovecha el túnel de San adrián, un pasadizo natural.
El Camino Francés es el mejor señalado, salvando la picaresca de algún hostelero que intenta llevar al peregrino a la puerta de su establecimiento, provocando de esta forma pequeños desvíos de la senda oficial, es el que cuenta con mayor red de cobijes públicos.
Junto a la iglesia de Santa María, testigo mudo del paso de millones de peregrinos a lo largo de la historia, se cruza por última vez el río Aragón para subir a Rocaforte. Entonces, pistas y rutas dibujadas entre las sierras de Aibar y Salajones toman la iniciativa para coronar el primer alto.
Una vez superado se sale a la carretera que sube hasta Atarés y, atención, la tomamos cara la derecha. Nos conduce a un camino que comenzamos llaneando para derivar en un tramo con un perfil más acusado que alcanza el mirador de la Canal de Berdún.
El Camino de Invierno es un camino solitario y favorezco para el que busque evadirse del mundo terrenal, se trata de una vía que une el Bierzo con la capital gallega por el valle del río Sil. Puede suponer una ruta desconocida para muchos.
Desde la iglesia Albergue santander camino de santiago sale un sendero que prosigue de frente y nos lleva a subir una ruta que pasa por el antiguo señorío de Arleta, hoy un conjunto de casas arruinadas. Nos despedimos del val de Esteribar y más adelante evitamos cruzar una circunvalación gracias a otro paso subterráneo.
El Camino de Santiago ha sido, y prosigue siendo, la senda más vieja, más frecuentada y más celebrada del viejo continente. Santiago también ha compartido la atracción de los caminantes y andadores de todos los tiempos pero, además de esto, ha creado una ruta.
Éste conduce a las calles del Carmen, donde en la acera derecha tenemos el albergue privado Casa Ibarrola, y la Navarrería. Al final de esta última, la señalización nos anima a girar a la izquierda por la calle de Curia, donde se halla la Caminoteca, tienda especializada en material y productos para el peregrino.
Cogemos una pista y a los setecientos metros dejamos de lado el sitio donde se ubicaba la Venta del Puerto, vieja posada de la que hoy no quedan más que restos. Después la bajada se hace más patente, nos lleva a abrir y cerrar un par de portillos y nos sorprende con algún tramo de escalones.
El Camino Portugués se compone por una ruta en general llana y transitable todo el año, discurre entre acantilados, montes y estuarios. Se comienza en la importante urbe de Oporto y atraviesa urbes como Póvoa de Varmiz, Viana do Costelo, etc.
Apenas recorridos 800 metros se rodea la planta excavada del hospital de Santa Cristina, reconocido centro de salud de peregrinos fundado en la Baja Edad Media. Tras dejar la estación invernal de Candanchí a mano derecha se cruza la N-330.
Tras el acantilado nos encontramos pronto con otro curso de agua que baja por el acantilado Calcones. Una vez superado por otra pasarela similar afrontamos una corta subida y ya por terreno conveniente enlazamos con una pista asfaltada.
Gracias a las conchas de bronce, estratégicamente colocadas sobre el pavimento, logramos avanzar por el entramado de calles del centro de Jaca. El recorrido permite ver la gótica torre del Reloj y la iglesia de Santiago, junto a ella podemos virar a mano derecha.
Una ruta trazada sobre la carretera y con vistas al pueblo de Lumbier nos lleva a bajar velozmente por la ladera de la montaña. Continúa guiándonos entre un pequeño pinar, a cuya salida abrimos un portillo para entrar en una pista. Más adelante, pasado un paso canadiense en la zona del acantilado Basobar.