Albergue camino de santiago villafranca del bierzo
Desglosando Albergue camino de santiago villafranca del bierzo
El primordial motivo para hacer el Camino de la ciudad de Santiago era por un motivo religioso. Mas existen un sinfín de motivos por los cuales realizarlo, diferentes de los religiosos. Algunos de ellos pueden ser por motivos culturales o de turismo, etc.
El Camino Vasco del interior es una ruta enriquecedora por su patrimonio y lugares dignos de conocer. Para cruzar la gigantesca pared que se encuentra en el camino entre Guipúzcoa y Álava, se aprovecha el túnel de San adrián, un pasadizo natural.
La pista se abre paso por un terreno abierto, sembrado de campos de cereal, vides y olivos desperdigados y bajo el parque eólico de la sierra de Salajones. Sin fuertes repechos, pero en continuo ascenso, se avanza a lo largo de seis quilómetros hasta el alto de Aibar, que coronamos tras un túnel.
Dejamos Santa Cilia por una cabañera y algunas rodadas pegadas a la nacional tras las que logramos restar dos quilómetros y medio más al total de la etapa. Llegando al punto kilométrico trescientos, cruzamos la N-doscientos cuarenta y dejamos el campin Pirineos a mano derecha.
La cruz de Santiago es una cruz latina simulando una espada, con forma de flor de lis en la empuñadura y en los brazos. La tarta de Santiago es el postre más propio de la pastelería gallega. Está elaborado con harina, azúcar, huevos, almendras molidas, ralladura de limón y azúcar glasé.
El Camino de Invierno es un camino solitario y favorezco para el que busque evadirse del mundo terrenal, se trata de una vía que une el Bierzo con la capital gallega por el val del río Sil. Puede suponer una ruta ignota para muchos.
Junto al puente se encuentra el bar y el albergue La Parada de Zuriain, que se inaugurará en dos mil catorce. Salimos a la N-ciento treinta y cinco y seguimos de forma cuidadosa unas rodadas al lado del arcén. Cogemos el desvío de Ilurdotz y volvemos a cruzar el Arga para dirigimos hasta Irotz.
Gracias a las conchas de bronce, estratégicamente colocadas sobre el pavimento, conseguimos avanzar por el entramado de calles del centro de Jaca. El recorrido deja ver la gótica torre del Reloj y la iglesia de la ciudad de Santiago, junto a ella podemos girar a mano derecha.
El Camino Portugués se trata de un camino diferente, no hallamos mesetas, alturas difíciles ni marcados desequilibres, mas sí podremos gozar de bosques y cruceros milenarios que esconden bajo sus mantos los cantares de los viejos trovadores.
Tras el acantilado nos encontramos pronto con otro curso de agua que baja por el acantilado Calcones. Una vez superado por otra pasarela afín afrontamos una corta subida y ya por terreno favorable enlazamos con una pista asfaltada.
Desde el albergue Itzandegia salimos a la N-ciento treinta y cinco para tomar una ruta que nace junto al arcén derecho y que discurre por el bosque de Sorginaritzaga o robledal de Brujas. Pasados 100 metros puede verse del otro lado de la carretera la cruz de los Peregrinos.
Atravesamos la población por la calle Mayor Albergue camino de santiago villafranca del bierzo y al rato, a la altura de un taller mecánico, se gira a la derecha para cruzar un paso de cebra junto a Viveros Arvena. Tras el cruce, atentos a la señalización jacobea del pavimento, seguimos unos metros hacia la derecha y doblamos a la izquierda cara un paseo.
La presencia de algunos búnker de hormigón y el desafiante panorama de nuestra derecha, con varias moles pirenaicas alzándose sobre el campamento de Rioseta, facilitan la travesía hasta encontrarnos con la chimenea de la fundería del Anglasé.
Por otra pista forestal, con la referencia próxima de una línea de aerogeneradores en la cresta de la sierra, vamos superando el desnivel. Un quilómetro tras una nave ganadera alcanzamos los setecientos setenta metros de altitud en un alto de la sierra de Izco, la cota más alta de la etapa.