Venta hotel camino de santiago
Desglosando Venta hotel camino de santiago
Se les llama peregrinos al viajero que, por devoción o por voto, visita un santuario o algún sitio considerado sagrado. El nombre de peregrinos, surge en Compostera pues el trayecto se efectúa per agrum, o sea, por el campo Venta hotel camino de santiago.
El río Miño espera a las puertas del territorio gallego a los peregrinos que vienen desde Portugal. A lo largo de siglos la primordial opción era desviarse cara el interior dirección a Tui, pero siguiendo el recorrido por la costa al llegar a tierras gallegas se puede hacer de una forma diferente.
A los peregrinos que realizan el Camino Lebaniego se les denominan como cruceros pues, los primeros romeros en realizarlo, peregrinaban con la intención de admirar el pedazo de la Cruz de Cristo recuperada por Toribio de Astorga en Tierra Santa.
Una ruta trazada sobre la carretera y con vistas al pueblo de Lumbier nos lleva a bajar de forma rápida por la ladera de la montaña. Sigue guiándonos entre un pequeño pinar, a cuya salida abrimos un portillo para entrar en una pista. Más adelante, pasado un paso canadiense en la zona del acantilado Basobar.
Ha sido declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y ha recibido el título honorífico de Calle mayor de Europa. Son muchos los símbolos que distinguen al Venta hotel camino de santiago, mas sin duda el más conocido es la Cruz de Santiago y la concha.
La presencia de algunos búnker de hormigón y el desafiante panorama de nuestra derecha, con múltiples moles pirenaicas alzándose sobre el campamento de Rioseta, facilitan la travesía hasta encontrarnos con la chimenea de la fundería del Anglasé.
Un incómodo tramo de sube y baja llega hasta la carretera que conduce hasta los pies de Artieda. El que decida finalizar aquí la etapa debe subir hasta el centro del pueblo, donde se halla el albergue. Para seguir hacia Ruesta no es necesario subir a Artieda.
Avanzando on line recta por las calles Enrique de Labrit y Alfonso el Batallador viramos a mano izquierda para tomar la calle Mayor. Tras pasar la portada de Santa María la Real tenemos el último encuentro con el Aragón, río que cruzamos por un puente de finales del XIX que terminó con la estructura del puente románico del siglo XI.
Cogemos una pista y a los setecientos metros dejamos de lado el sitio donde se situaba la Venta del Puerto, antigua posada de la que hoy no quedan más que restos. Después la bajada se hace más patente, nos lleva a abrir y cerrar un par de portillos y nos sorprende con algún tramo de escalones.
En lo alto del pueblo se halla la iglesia de la Transfiguración, que aún conserva elementos medievales como la torre, la portada y la pila bautismal. Pasamos junto al hotel rural y después de un portillo y un tramo de grava llegamos hasta una carretera local, que cruzamos.
Éste conduce a las calles del Carmen, donde en la acera derecha tenemos el albergue privado Casa Ibarrola, y la Navarrería. Al final de esta última, la señalización nos anima a girar a la izquierda por la calle de Curia, donde se halla la Caminoteca, tienda especializada en material y productos para el peregrino.
De Ferrol a S. de Compostela transcurren ciento veinte Km llenos de historia y patrimonio, donde el verde predomina en cada etapa y la calma nos acompaña en un Camino de Santiago alejado de la manifestación existente de otras rutas.
Enseguida, antes del punto larguísimo 288 de la N-doscientos cuarenta, se cruza la carretera y se deja por la derecha. Más adelante se vuelve a cruzar para coger un camino que llega hasta el acantilado de Atarés, que salvamos por una pasarela adecuada en el Año Beato.
Una vez superado se sale a la carretera que sube hasta Atarés y, atención, la tomamos hacia la derecha. Nos conduce a un camino que comenzamos llaneando para derivar en un tramo con un perfil más acusado que alcanza el mirador de la Canal de Berdún.