Hotel camino de santiago vigo
Desglosando Hotel camino de santiago vigo
Desde el descubrimiento de el sepulcro del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el camino de la ciudad de Santiago se transformó en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval. El paso de los innumerables peregrinos que son movidos por su fe.
El Camino de Invierno es un camino solitario y propicio para el que busque evadirse del mundo terrenal, se trata de una vía que une el Bierzo con la capital gallega por el val del río Sil. Puede suponer una ruta ignota para muchos.
Atravesamos la población por la calle Mayor Hotel camino de santiago vigo y al rato, a la altura de un taller mecánico, se vira a la derecha para cruzar un paso de peatones al lado de Viveros Arvena. Tras el cruce, atentos a la señalización jacobea del pavimento, seguimos unos metros cara la derecha y doblamos a la izquierda cara un paseo.
Apenas recorridos ochocientos metros se rodea la planta excavada del hospital de Santa Cristina, reconocido hospital de peregrinos fundado en la Baja Edad Media. Tras dejar la estación invernal de Candanchí a mano derecha se cruza la N-trescientos treinta.
El Camino del Norte recorre toda la costa peninsular desde este a oeste bordeando el Cantábrico a lo largo de los principales ayuntamientos del norte de España. Desde Gijón se presenta la resolución clave de la peregrinación, ya que hay dos opciones diferentes para elegir.
Enseguida, ya antes del punto larguísimo doscientos ochenta y ocho de la N-doscientos cuarenta, se cruza la carretera y se deja por la derecha. Más adelante se vuelve a cruzar para coger un camino que llega hasta el acantilado de Atarés, que salvamos por una pasarela acondicionada en el Año Santo.
Hace siglos que la vieira que se encuentra típicamente en la costa del mar de Galicia, es el símbolo del Camino de la ciudad de Santiago, y de sus peregrinos. En el pasado los peregrinos, al regreso a sus países de origen, lo llevaban puesto encima de su habito o en el sombrero.
En lo alto del pueblo se encuentra la iglesia de la Transfiguración, que aún conserva elementos medievales como la torre, la portada y la pila bautismal. Pasamos junto al hotel rural y después de un portillo y un tramo de grava llegamos hasta una carretera local, que cruzamos.
El primordial motivo para hacer el Camino de Santiago era por un motivo religioso. Pero existen un sinfín de motivos por los que realizarlo, diferentes de los religiosos. Algunos de ellos pueden ser por motivos culturales o de turismo, etc.
Dejamos Santa Cilia por una cabañera y ciertas rodadas pegadas a la nacional tras las que conseguimos quitar dos quilómetros y medio más al total de la etapa. Llegando al punto larguísimo 300, cruzamos la N-240 y dejamos el camping Pirineos a mano derecha.
La pista se abre paso por un terreno abierto, sembrado de campos de cereal, parras y olivos desperdigados y bajo el parque eólico de la sierra de Salajones. Sin fuertes repechos, mas en constante ascenso, se avanza a lo largo de 6 quilómetros hasta el alto de Aibar, que coronamos tras un túnel.
Amplias avenidas conducen desde los albergues al Hostal de San Marcos, a orillas del río Bernesga. Otros cinco quilómetros urbanos, incluyendo un polígono, aproximan hasta la Virgen del Camino, a cuya salida se decide si proseguir por la variación de Villar de Mazarife o por el Camino Francés más histórico.
Giramos a la izquierda para ganar una pequeña loma y tomamos un desvío a mano derecha que nos planta de nuevo en otra pista de concentración. Traspasado el límite entre las provincias de Huesca y la entrante Zaragoza, accedemos al acantilado de Sobresechos.
Recuperada la dirección natural hacia poniente, se abandona Jaca bajo la atenta mirada de la peña Oroel y se prosigue por una cabañera aprisionada entre la N-240 y el río Aragón. Tras el acantilado de Atarés, solucionado por una pasarela.