Camping camino de santiago leon
Desglosando Camping camino de santiago leon
De Ferrol a Santiago de Compostela transcurren ciento veinte Km llenos de historia y patrimonio, donde el verde prevalece en cada etapa y la calma nos acompaña en un Camino de Santiago distanciado de la manifestación existente de otras sendas.
El Camino de Invierno es un camino solitario y propicio para el que busque evadirse del mundo terrenal, se trata de una vía que une el Bierzo con la capital gallega por el valle del río Sil. Puede suponer una ruta ignota para muchos.
El siguiente tramo no defrauda en absoluto. Resguardados entre árboles y matorral vamos en busca del río Arga y solventamos un rápido descenso hasta exactamente la misma ribera, llegando prácticamente a rozar el agua. Pegados al cauce llegamos hasta el puente de Zuriain.
Santiago Camping camino de santiago leon es el patrón de España y si fiesta se festeja el día 25 de julio con una Ofrenda en la Catedral. Se llama ano beato jacobeo a aquel cuyo veinticinco de julio coincide en domingo. Así que puede ser una fecha exclusiva para realizar el Camino de la ciudad de Santiago.
Avanzando on-line recta por las calles Enrique de Labrit y Alfonso el Batallador giramos a mano izquierda para tomar la calle Mayor. Tras pasar la portada de Santa María la Real tenemos el último encuentro con el Aragón, río que cruzamos por un puente de finales del XIX que acabó con la estructura del puente románico del siglo XI.
Por otra pista forestal, con la referencia próxima de una línea de aerogeneradores en la cresta de la sierra, vamos superando el desnivel. Un kilómetro tras una nave ganadera alcanzamos los setecientos setenta metros de altitud en un alto de la sierra de Izco, la cota más alta de la etapa.
De las frondosas laderas del monte Samitier se desciende a un mar de cereal atravesado por pistas agrícolas y que convive junto a un paisaje de badlands y acantilado formados por la erosión del agua. El trayecto descarta el paso por la localidad de Martes y, ya en la provincia de Zaragoza.
Desde el albergue Itzandegia salimos a la N-ciento treinta y cinco para tomar una senda que nace al lado del arcén derecho y que discurre por el bosque de Sorginaritzaga o robledal de Brujas. Pasados 100 metros puede verse del otro lado de la carretera la cruz de los Peregrinos.
Pasados veinte minutos se sale de nuevo a la nacional a la altura de la Botiguera para cruzar el río Gas y llegar junto a la caseta del Municionero. Un poste de madera del GR seiscientos cincuenta y tres indica el desvío hacia Atarés y San Juan de la Peña.
Tras un día de montaña carente de núcleos habitados, la segunda etapa promete un guión diferente. Hasta Espinal, pasando ya antes por Burguete, el perfil es liso y alterna tramos frondosos con extensos prados. A continuación brinca a escena el valle de Erro haciendo gala de sus hayedos y robledales.
Hay que volver sobre los pasos de el día de ayer y cruzar de nuevo el puente de la Saña. Tras un quilómetro llegamos al filo de una carretera, justo enfrente de la fábrica de Magna, una empresa fundada en mil novecientos cuarenta y cinco aprovechando el yacimiento geológico de magnesita.
Desde el descubrimiento de el sepulcro del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el camino de la ciudad de Santiago se transformó en la más esencial senda de peregrinación de la Europa medieval. El paso de los incontables peregrinos que son movidos por su fe.
Bajamos así hasta el puente del río Ultzama y la ermita de la Trinidad de Arre, que aún luce su ábside románico. OJO, Al salir de Irotz hay una variante señalada que va por un camino fluvial pero que no pasa ni por Zabaldika, con su iglesia y su albergue, ni por el puente de Trinidad de Arre.
Hace siglos que la vieira que se halla típicamente en la costa del mar de Galicia, es el símbolo del Camino de Santiago, y de sus peregrinos. En el pasado los peregrinos, al regreso a sus países de origen, lo llevaban puesto encima de su habito o en el sombrero.