Alojamiento en camino de santiago
Desglosando Alojamiento en camino de santiago
Una senda trazada sobre la carretera y con vistas al pueblo de Lumbier nos lleva a bajar velozmente por la ladera de la montaña. Continúa guiándonos entre un pequeño pinar, a cuya salida abrimos un portillo para entrar en una pista. Más adelante, pasado un paso canadiense en la zona del barranco Basobar.
Desde la iglesia Alojamiento en camino de santiago sale un camino que sigue de frente y nos lleva a subir una senda que pasa por el antiguo señorío de Arleta, hoy un conjunto de casas arruinadas. Nos despedimos del val de Esteribar y más adelante evitamos cruzar una circunvalación gracias a otro paso subterráneo.
Ha sido declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, Recorrido Cultural Europeo por el Consejo de Europa y ha recibido el título honorífico de Calle mayor de Europa. Son muchos los símbolos que distinguen al Alojamiento en camino de santiago, mas sin duda el más conocido es la Cruz de la ciudad de Santiago y la concha.
El Camino Francés es el mejor señalado, salvando la picaresca de algún hostelero que intenta llevar al peregrino a la puerta de su establecimiento, provocando así pequeños desvíos de la senda oficial, es el que cuenta con mayor red de albergues públicos.
Hay que volver sobre los pasos de el día de ayer y cruzar de nuevo el puente de la Saña. Tras un kilómetro llegamos al borde de una carretera, justo enfrente de la factoría de Magna, una empresa fundada en mil novecientos cuarenta y cinco aprovechando el yacimiento geológico de magnesita.
La Vía de Plata es un trazado bien señalado, donde las flechas amarillas destacan por su abundancia, lo que agradeceremos para no perdernos en los extensos dominios andaluces y extremeños. En esta comunidad existen además unos pequeños bloques de grano con azulejos de diferentes colores Alojamiento en camino de santiago.
La pista se abre paso por un terreno abierto, sembrado de campos de cereal, vides y olivos desperdigados y bajo el parque eólico de la sierra de Salajones. Sin fuertes repechos, pero en continuo ascenso, se avanza a lo largo de seis quilómetros hasta el alto de Aibar, que coronamos tras un túnel.
Pasados veinte minutos se sale nuevamente a la nacional a la altura de la Botiguera para cruzar el río Gas y llegar junto a la caseta del Municionero. Un poste de madera del GR 65.3.2 señala el desvío cara Atarés y San Juan de la Peña.
La presencia de algunos búnker de hormigón y el desafiante panorama de nuestra derecha, con múltiples moles pirenaicas alzándose sobre el campamento de Rioseta, facilitan la travesía hasta encontrarnos con la chimenea de la fundería del Anglasé.
El Camino de la ciudad de Santiago lleva a un mirador sobre la Canal de Berdún y desciende hasta Santa Cilia. Alguna cabañera más y el arcén de la nacional conducen a Puente la Reina de Jaca, localidad que se deja a mano derecha para acometer una esforzada subida por las faldas del monte Samitier y alcanzar Arrés.
Giramos a la izquierda para ganar una pequeña loma y tomamos un desvío a mano derecha que nos planta de nuevo en otra pista de concentración. Traspasado el límite entre las provincias de Huesca y la entrante Zaragoza, accedemos al barranco de Sobresechos.
Éste conduce a las calles del Carmen, donde en la acera derecha tenemos el albergue privado Casa Ibarrola, y la Navarrería. Al final de esta última, la señalización nos anima a girar a la izquierda por la calle de Curia, donde se halla la Caminoteca, tienda especializada en material y productos para el peregrino.
Una señal de madera y un mojón jacobeo labrado con las distancias a S. de Compostela y Undués de Lerda, última población aragonesa, incita a dar el primer paso. A continuación se bajan unas escaleras que se hallan junto al mojón.
El Camino Portugués se trata de un camino diferente, no hallamos mesetas, alturas complicadas ni marcados desniveles, pero sí vamos a poder disfrutar de bosques y cruceros milenarios que ocultan bajo sus mantones los cantares de los viejos trovadores.