Albergue san lorenzo sarria
Desglosando Albergue san lorenzo sarria
Se sube Mezkiritz y se desciende hasta Bizkarreta y Lintzoain para encarar el puerto de Erro. Por un último, mágico y mareante descenso entre boj, portillos que se abren y cierran y escalones se llega hasta las puertas de Zubiri y el val de Esteribar.
El siguiente tramo no defrauda en absoluto. Resguardados entre árboles y matorral vamos en busca del río Arga y solucionamos un rápido descenso hasta la misma orilla, llegando prácticamente a rozar el agua. Pegados al cauce llegamos hasta el puente de Zuriain.
Dejamos Santa Cilia por una cabañera y algunas rodadas pegadas a la nacional tras las que conseguimos quitar dos quilómetros y medio más al total de la etapa. Llegando al punto kilométrico trescientos, cruzamos la N-doscientos cuarenta y dejamos el campin Pirineos a mano derecha.
A los peregrinos que efectúan el Camino Lebaniego se les denominan como cruceros por el hecho de que, los primeros romeros en efectuarlo, peregrinaban con la pretensión de admirar el pedazo de la Cruz de Cristo recuperada por Toribio de Astorga en Tierra Santa.
Bajamos así hasta el puente del río Ultzama y la ermita de la Trinidad de Arre, que aún luce su ábside románico. OJO, A la salida de Irotz hay una variante señalada que va por un camino fluvial pero que no pasa ni por Zabaldika, con su iglesia y su albergue, ni por el puente de Trinidad de Arre.
Un incómodo tramo de sube y baja llega hasta la carretera que conduce hasta los pies de Artieda. El que decida finalizar aquí la etapa debe subir hasta el centro del pueblo, donde se halla el albergue. Para seguir cara Ruesta no es preciso subir a Artieda.
Giramos a la izquierda para continuar escuetamente al lado del río. Por un reconfortante y último tramo bajo un robledal tupido de arbustos de boj nos presentamos en Monreal. Cruzamos el puente medieval sobre el Elorz y avanzamos de frente por la calle Santa Bárbara.
Bordeamos el terreno y cruzamos la carretera para internarnos por un robledal que nos obsequia, por fin, un tanto de sombra. En algunos puntos, entre el verde matorral se puede distinguir el increíble color del embalse de Yesa . Sin referencias, el final semeja no llegar jamás.
Otros motivos por lo que efectuar el Camino de Santiago pueden ser por motivos deportivos, para ponerse en forma, para conocer gente nueva, como un desafío personal, para recuperar la voluntad o simplemente para desconectar de la rutina.
El Camino de la ciudad de Santiago ha sido, y sigue siendo, la ruta más vieja, más frecuentada y más celebrada del viejo continente. Santiago asimismo ha compartido la atracción de los paseantes y andadores de todos y cada uno de los tiempos pero, además, ha creado una ruta.
De Ferrol a S. de Compostela transcurren 120 Km llenos de historia y patrimonio, donde el verde predomina en todos y cada etapa y la tranquilidad nos acompaña en un Camino de la ciudad de Santiago alejado de la manifestación existente de otras rutas.
Cogemos una pista y a los setecientos metros dejamos a un lado el lugar donde se ubicaba la Venta del Puerto, vieja posada de la que hoy no quedan más que restos. Después la bajada se hace más patente, nos lleva a abrir y cerrar un par de portillos y nos sorprende con algún tramo de peldaños.
El Camino de Invierno es un camino solitario y favorezco para el que busque evadirse del mundo terrenal, se trata de una vía que une el Bierzo con la capital gallega por el val del río Sil. Puede suponer una senda desconocida para muchos.
En breve, junto al cuartel militar, dejamos la nacional por nuestra izquierda y continuamos por una urbanización y un pequeño polígono hasta las afueras de Jaca. Llegamos así a los pies de la ermita de la Victoria Albergue san lorenzo sarria, símbolo de la victoria.