Albergue redondela camino de santiago
Desglosando Albergue redondela camino de santiago
Otros motivos por lo que realizar el Camino de Santiago pueden ser por motivos deportivos, para ponerse en forma, para conocer gente nueva, como un desafío personal, para recobrar la voluntad o simplemente para desconectar de la rutina.
Enseguida, antes del punto larguísimo 288 de la N-240, se cruza la carretera y se deja por la derecha. Más adelante se vuelve a cruzar para coger un camino que llega hasta el acantilado de Atarés, que salvamos por una pasarela acondicionada en el Año Santurrón.
Éste conduce a las calles del Carmen, donde en la acera derecha tenemos el albergue privado Casa Ibarrola, y la Navarrería. Al final de esta última, la señalización nos anima a girar a la izquierda por la calle de Curia, donde se halla la Caminoteca, tienda especializada en material y productos para el peregrino.
Por otra pista forestal, con la referencia cercana de una línea de aerogeneradores en la cresta de la sierra, vamos superando el desnivel. Un quilómetro tras una nave ganadera alcanzamos los 770 metros de altitud en un alto de la sierra de Izco, la cota más alta de la etapa.
Una vez superado se sale a la carretera que sube hasta Atarés y, atención, la tomamos hacia la derecha. Nos conduce a un camino que empezamos llaneando para derivar en un tramo con un perfil más acusado que alcanza el mirador de la Canal de Berdún.
Cogemos una pista y a los setecientos metros dejamos a un lado el sitio donde se ubicaba la Venta del Puerto, vieja posada de la que hoy no quedan más que restos. Después la bajada se hace más patente, nos lleva a abrir y cerrar un par de portillos y nos sorprende con algún tramo de peldaños.
Tras un día de montaña carente de núcleos habitados, la segunda etapa promete un guión diferente. Hasta Espinal, pasando ya antes por Burguete, el perfil es llano y alterna tramos boscosos con extensos prados. A continuación salta a escena el valle de Erro haciendo gala de sus hayedos y robledales.
Al tratarse de un epílogo al trazado jacobeo propiamente dicho, existe la posibilidad de partir desde Santiago de forma directa hacia Fisterra y después continuar a Muxía o efectuar el camino pasivo. Este es el conocido Camino a Fisterra.
Avanzando en línea recta por las calles Enrique de Labrit y Alfonso el Batallador viramos a mano izquierda para tomar la calle Mayor. Tras pasar la portada de Santa María la Real tenemos el último encuentro con el Aragón, río que cruzamos por un puente de finales del XIX que acabó con la estructura del puente románico del siglo XI.
Tras el acantilado nos hallamos pronto con otro curso de agua que baja por el acantilado Calcones. Una vez superado por otra pasarela similar encaramos una corta subida y ya por terreno conveniente enlazamos con una pista asfaltada.
El siguiente tramo no defrauda en absoluto. Resguardados entre árboles y matorral vamos en busca del río Arga y solventamos un veloz descenso hasta la misma orilla, llegando prácticamente a rozar el agua. Pegados al cauce llegamos hasta el puente de Zuriain.
A los peregrinos que realizan el Camino de Liébana se les llaman como cruceros pues, los primeros romeros en efectuarlo, peregrinaban con la pretensión de admirar el pedazo de la Cruz de Cristo recuperada por Toribio de Astorga en Tierra Santa.
El Camino del Norte recorre toda la costa peninsular desde este a oeste bordeando el Cantábrico durante los principales municipios del norte de España. Desde Gijón se presenta la decisión clave de la peregrinación, ya que hay dos opciones diferentes para elegir.
Hace siglos que la vieira que se halla típicamente en la costa del mar de Galicia, es el símbolo del Camino de Santiago, y de sus peregrinos. En el pasado los peregrinos, al regreso a sus países de origen, lo llevaban puesto encima de su habito o en el sombrero.